¿Qué es el bitcoin?
Una criptomoneda, ni más ni menos.
Ahora bien, se trata de la más antigua. Bitcoin ve la luz en el año 2009. Siendo de este modo la divisa virtual pionera de este nuevo sistema de cobros y pagos.
Por lo que parece, según la información disponible, el nacimiento del Bitcoin fue debido a que se precisaba un nuevo sistema monetario paralelo al tradicional. Por dos motivos:
- La crisis de 2008 puso en jaque la confianza en el sistema de pagos tradicional. Una alternativa se hacía cada vez más necesaria.
- El avance de Internet y las redes de comunicación. Dando paso a la tecnología llamada “Blockchain” (cadena de bloques) que hace posible este nuevo sistema y que se oyen comentarios sobre “que va a cambiar nuestra forma de relacionarnos con el mundo digital para siempre”.
Estos dos factores son los que impulsaron a una persona (lo cierto es que no se sabe si fue una persona o varias trabajando en equipo), cuyo nombre permanece en el anonimato, a crear Bitcoin.
Actualmente lo único que se sabe sobre el responsable (o los responsables) de la creación de una nueva moneda intangible, que sólo sirve para realizar operaciones de compraventa a través de Internet, es que utilizó el pseudónimo de Satoshi Nakamoto. No cabe duda que quería proteger su identidad. ¿Podría ser para evitar las presiones de intereses contrarios a la creación de un sistema de pagos alternativo al dinero? Es lo más probable.
¿Qué diferencia hay entre Bitcoin y las divisas tradicionales?
Si bien, antes se ha mencionado que este nuevo sistema monetario se creó como una alternativa al tradicional sistema. Pero, ¿qué lo diferencia?
En principio, y no es para nada cosa insustancial, este nuevo sistema es totalmente descentralizado. Es decir, no depende de ningún tipo de organismo institucional, tal como un banco central para controlar la oferta monetaria.
Repito, la masa monetaria de Bitcoin no está bajo control de ningún organismo institucional. Ningún gobierno, ninguna institución financiera y ningún banco central tienen capacidad de emitir Bitcoin. Caso contrario al de las divisas tradicionales.
El control de la masa monetaria es una herramienta que tienen los bancos centrales encargados de una determinada divisa para cumplir con sus objetivos de inflación.
Esto es así, los bancos centrales manejan los tipos de interés (que se traduce como el precio del dinero) y las cantidades de dinero en circulación para mantener lejos las amenazas de una inflación galopante u otro escenario igual de dañino, la deflación.
Cabe preguntarse en tal caso que sucedería si al entrar en juego una masa monetaria (virtual) fuera de control, ¿cómo afectaría a la inflación?
Veamos que este tema está pensado. Al hablar de la masa monetaria entramos de lleno en un factor importante de toda divisa, la oferta disponible.
Bitcoin no pertenece al sistema monetario tradicional, los bancos centrales y los gobiernos no pueden imprimir criptomonedas y lanzarlas al mercado cuando creen que es necesario. Entonces, ¿cómo se crean Bitcoins?
La cantidad de monedas que se crearán y el “timing” de su creación vienen determinadas de antemano. Por tanto, tienen una inflación controlada.
En síntesis, Bitcoin tiene una línea de crecimiento fija para no crear inflación. Los nuevos Bitcoins se crean a través de un proceso llamado “Minería de Bitcoin”.
Se trata de resolver unos cálculos matemáticos sobre un determinado bloque (la tecnología aplicada para las transacciones de Bitcoins). De este modo los “mineros” contribuyen al procesamiento de las operaciones realizadas con esta moneda y como premio se les paga con Bitcoins. Es un proceso complejo y competitivo.
Los Bitcoins se crean a una velocidad que ya está determinada. Cada año se reduce la emisión de esta criptomoneda a la mitad y el objetivo es llegar a los 21 millones de Bitcoins. En este punto se detendrá la creación.
¿Entonces, como se determina el precio de Bitcoin?
El precio de Bitcoin, al igual que el precio de otras criptodivisas viene determinado por la oferta y la demanda.
En el punto anterior hemos tratado lo referente a la oferta. En realidad hay un número determinado de Bitcoins, o lo que es lo mismo, hay una masa monetaria fija.
Esta cantidad de oferta, por consiguiente, es predecible. También es decreciente. Por tanto, su precio viene determinado en gran medida por la demanda de esta moneda virtual.
Tal vez ahora se pregunten qué determina la demanda. Bien, es una buena pregunta. Volvamos un paso atrás a la historia del dinero para dar una respuesta.
Desde los albores de la humanidad el hombre ha practicado el trueque para realizar operaciones de intercambio de bienes y servicios. Sin embargo llegó un momento en que por convenio se comenzó a utilizar oro y demás metales preciosos como medio de pago.
Esto dio origen a las monedas. Más tarde aparecieron los billetes que no eran más que meros cheques al portador para intercambiar por oro depositado en un banco central.
Si nos fijamos en este pequeño resumen de la historia observamos una afirmación que destaca sobre todas las demás líneas escritas: “llegó un momento en que por convenio se comenzó a utilizar oro”.
Esta es la clave. El uso de dinero no es ni más ni menos que una convención, un acuerdo entre personas para otorgar un determinado valor a ciertos metales. Así como la confianza de que ese medio de pago va a ser aceptado en las transacciones.
Complicando un poco más la historia diremos en que se llegó a un punto en que el dinero ya ni tenía una relación con el oro. Hubo un momento en que el patrón oro se rompió y el dinero creado no es más que confianza. Por eso se le llama “dinero fiduciario”, es decir “fe en el dinero”.
El dinero tradicional es simplemente eso, confianza. En este aspecto las criptomonedas no son distintas al dinero tradicional. Podemos utilizar monedas virtuales en operaciones comerciales porque existe un convenio de que estas monedas son admitidas. Esta es la base también que otorga legalidad al Bitcoin. Bitcoin es legal siempre y cuando sea admitido como medio de pago en una transacción comercial.
De hecho puede que Bitcoin llegue a un punto en que no valga absolutamente para nada. No sería la primera vez en la historia que una moneda fracasa. Todo depende del valor que se asigne mediante la demanda.
La demanda a su vez puede verse afectada por una serie de aspectos fundamentales, tales como la competencia entre criptomonedas u otros problemas políticos o técnicos.
En definitiva, la demanda la determina la confianza y los factores que pueden alterar dicha confianza.
Lo cierto es que el valor que puede llegar a tener Bitcoin es impredecible desde todo punto de vista. Pero en principio lo que hay que tener presente es que su valor se basa en la oferta y demanda.
¿Existe una burbuja en Bitcoin?
Hay que aclarar que se trata de un mercado relativamente nuevo. Esto lleva consigo que se trata de un mercado relativamente pequeño todavía. Aunque tiene un potencial increíble para ser uno de los mercados más líquidos, lo cierto es que en la actualidad todavía no lo ha desarrollado.
Al tratarse de un mercado que presenta una liquidez disminuida se convierte en altamente volátil. Esto se explica debido a que para mover los precios no son necesarios grandes volúmenes de transacciones. Con poco dinero se pueden manipular las cotizaciones.
Es por tanto, un mercado no apto para inversores nobeles. Su alta volatilidad lo convierte en un mercado peligroso. De hecho está catalogado como el más inestable dentro del mercado de divisas (FOREX). Es un caldo de cultivo para especuladores profesionales.
Lo cierto es que en la actualidad su valor se ha visto incrementado de una forma asombrosa, su gráfica es de lo más espeluznante:
- En enero de 2016 su valor era de 353,2 dólares por cada Bitcoin. Es decir, comprar un Bitcoin valía esta cantidad.
- En agosto de 2017 (actualmente) su valor alcanza los 4332 dólares. Una revalorización de un 1154,81%. Como lo oyen.
- La cotización en euros es de 3755,69 €. Es decir con un euro se pueden comprar 0,00026626 Bitconis (Hay que añadir que la moneda es fraccionable).
Cabe la pena pensar que estamos ante una burbuja. La lógica por lo menos nos indica que es así. Debido a un aumento tan rápido en un período de tiempo tan corto y la sensación que se está convirtiendo en la inversión de moda de las masas.
Una de las razones fundamentales que explican el crecimiento es el aumento de importancia que tiene Bitcoin, junto las demás criptomonedas. Así como que se está transformando a pasos agigantados en un activo convencional.
Aunque este crecimiento no es para nada corriente, nunca se puede estar seguro si obedece a una burbuja. Y mucho menos tratándose de un mercado tan nuevo, del cual no se tienen referencias históricas sobre su valor objetivo.
El debate queda abierto: ¿se corresponde el precio actual del Bitcoin con su valor real?, ¿se trata de una demanda especulativa?, ¿existen fundamentos económicos sólidos que puedan explicar tales niveles de cotización?
¿Cómo puedo entonces operar con Bitcoin?
Es muy sencillo, solo tienes que utilizar una de las múltiples aplicaciones existentes para ello. Independientemente de si se trata de un dispositivo móvil o un equipo informático.
Con esta aplicación únicamente se debe crear un monedero virtual dónde almacenas Bitcoins. Mediante un sistema de claves públicas y privadas se pueden realizar transacciones con esa misma aplicación.
Una de las ventajas que presenta Bitcoin es que no se pueden falsificar. Las transacciones son seguras. Además se habla de un completo anonimato por parte de las transacciones monetarias. Sin embargo hay teorías que explican que el anonimato no es tan completo como se puede llegar a pensar.
Las transacciones con Bitcoin se basa en redes llamadas “Peer to Peer” (P2P). Estas operaciones son entre dos usuarios por medio de un registro que no puede ser alterado (la llamada Blockchain). Por así decirlo, se trata de un libro de contabilidad digital que registra todas las transacciones de un modo seguro.
Para conseguir Bitcoins en tu monedero sólo existen tres métodos:
- Minar Bitcoins, como ya hemos dicho. Es un proceso cada vez más complejo.
- Comprar Bitcoins a algún usuario. También hemos hablado del precio de cotización. Existen mercados para comprar y vender Bitcoins, como por ejemplo bitcoin.com.
- La última forma es ofrecer algún bien o servicio y exigir el pago mediante esta criptodivisa.
¿Además de Bitcoin, qué otras criptomonedas existen?
Hemos mencionado que Bitcoin es la que más importancia tiene dentro de las criptodivisas. Esto se debe a su alta capitalización en el mercado y su antigüedad.
Sin embargo no es para nada la única criptomoneda existente. En realidad existen cientos de ellas. Por tanto, Bitcoin tiene competencia.
Algunas de las criptomonedas principales son:
- Etherum (ETH)
- Litecoin (LTC)
- Peercoin (PPC)
- Megacoin (MEC)
- Quark (QRK)
- Dogecoin (DOGE)
De todas ellas, hay una que destaca por suponer una alternativa mejorada de Bitcoin: Etherum.
Esta criptomoneda en realidad es el principal competidor de Bitcoin y también acumula importantes volúmenes de capitalización de mercado.
La cotización de Etherum es correlativa a la de Bitcoin, de hecho también ha pasado en poco más de un año de cotizar a 7 dólares a llegar a cotas de 334,74 dólares, en agosto de 2017.
En realidad la función de Etherum es la misma que Bitcoin: El realizar transacciones de intercambio de bienes y servicios. Sin embargo tienen un protocolo diferente.
Su uso como moneda de cambio es similar. A través de monederos virtuales se puede almacenar y operar con Etherum.
La característica diferenciadora de Etherum es la posibilidad de realizar con ella los llamados “contratos inteligentes”. Este concepto se basa en “cajas” criptográficas que solamente se desbloquean si se cumplen una serie de condiciones.
Etherum tiene potencial para aumentar la eficiencia de este nuevo sistema. ¿Adquirirá la posición de líder en el mercado?
¿Cuáles son las ventajas de utilizar criptomonedas?
Repasando todo lo visto hasta el momento. Observamos que la utilización de criptomonedas responde a una serie de necesidades reales.
Tanto Bitcoin como Etherum no son más que dinero electrónico. Con el nacimiento de este nuevo sistema de pagos se suprime la necesidad de que haya un intermediario financiero en las transacciones. Cosa que por otro lado era uno de los objetivos de su creación.
Hemos dicho anteriormente que la crisis mundial de 2008 fue uno de los motivos principales para que este sistema comenzara a ponerse en práctica. En dicha época la confianza en la solvencia y liquidez de muchos intermediarios quedó en entredicho, poniéndose de manifiesto la necesidad de suprimirlos.
La moneda no tiene ningún tipo de respaldo institucional, es confianza pura. Por otro lado el dinero que se maneja hoy en día no es mucho más que eso. Con la característica que se encuentra bajo control de organismos financieros y se hace más difícil mantener el anonimato y privacidad de las transacciones.
A todo esto hay que sumarle que al tratarse de una serie de transacciones anónimas y cifradas llevadas a cabo directamente entre dos usuarios se eliminan todas las comisiones y posibles impuestos.
La rapidez de las operaciones, la voluntariedad en su uso y la seguridad que ofrecen son solo algunas de las ventajas que ofrece este nuevo sistema de pagos.
Por otra parte, también debemos abrir un nuevo debate. Esta vez se trata sobre las transacciones de blanqueo de capitales y otras actividades de tipo fraudulento. Sin contar con actividades ilegales que encuentran en este medio de pago un medio de financiación.
Como todas las actividades humanas, el uso de Bitcoins y otras criptomonedas debería ser objeto de una regulación. En tal sentido las autoridades gubernamentales están trabajando.