¿Cómo  operar con opciones financieras?

Si algo han hecho las nuevas tecnologías por los pequeños operadores de todo el mundo es facilitar el acceso a los mercados financieros en unas condiciones inimaginables hace tan sólo unos pocos años. Hoy en día es tremendamente sencillo abrir una cuenta con un broker y aprerder cómo operar con opciones financieras. En algunos casos, por no necesitar, no se necesita ni capital. Cualquiera, de forma rápida y sencilla, se encuentra en disposición de negociar, en absoluto tiempo real, la compra de unas cuantas acciones de Apple o la venta de un contrato de futuros sobre el crudo. En ambos casos las cuentas son claras: si aciertas con la previsión, ganas dinero; si fallas en dicha previsión, lo pierdes.

Teniendo en cuenta que los mercados financieros ya son de por si suficientemente complejos, ¿vale la pena hacer el esfuerzo de involucrarse en la operativa de un producto tan complejo como lo son las opciones financieras?

Definitivamente sí. Todo operador debe aprovechar los instrumentos que mejor se adapten a su forma de operar y a su nivel de aversión al riesgo.

Se me ocurren muchos y diversos motivos por el que las opciones financieras son un buen producto para el pequeño operador, para el “retail trader”, pero me voy a centrar única y exclusivamente en la que para mí es la razón fundamental por la que opero con opciones: la posibilidad de poder combinar, con el uso de un único instrumento, tanto estrategias de especulación como estrategias de cobertura.

Como vendedor de opciones, mi trabajo consiste en ingresar las primas que me ofrece el mercado, por las opciones que vendo, a cambio de asumir la obligación de tener que responder ante el comprador de la opción si, llegado el momento, a este le interesa ejercer su derecho como tal.

Un vendedor de opciones recoge, en forma de primas cobradas, la contraprestación por asumir una obligación ante un tercero, el comprador de la opción.

En resumidas cuentas, el mercado paga al operador vendedor de opciones en función del riesgo asumido. Pero, ¿acaso no es esa la realidad con la que se enfrenta cualquier operador independientemente de cual sea su herramienta de especulación?

opciones financieras

Así es, independientemente del producto utilizado, ya sean acciones, bonos, opciones, futuros o divisas, el especulador asume una serie de riesgos a cambio de un beneficio potencial proporcional, en el mejor de los casos, a ese riesgo asumido.

La principal ventaja del operador de opciones es que estas, las opciones financieras, son el producto de cobertura por antonomasia. Son el mejor producto de control y gestión de riesgos que existe. ¡Ojo que esto es importante! Permítanme que lo repita: LAS OPCIONES SON EL MEJOR PRODUCTO DE CONTROL Y GESTIÓN DE RIESGOS QUE EXISTE.

Consciente de esta realidad, un vendedor de opciones, como es mi caso, puede, mediante el adecuado uso de este producto, elaborar estrategias de especulación con las que ingresar primas en su cuenta cuando las condiciones de mercado le son favorables para posteriormente cubrir el riesgo asumido, aunque sólo sea parcialmente, cuando las condiciones de mercado así se lo aconsejen.

Paradójicamente, el vendedor de opciones también debe incorporar a su operativa estrategias compradoras de opciones. No se puede, ni se debe, vender volatilidad a discreción independientemente de cuales sean las circunstancias de mercado. Todo esto lo explicamos en nuestro curso de opciones financieras aquí.

Sabemos que cualquiera que pretenda hacerse con una operativa viable en el medio y largo plazo debe hacerse también con un sistema de control y gestión de riesgos que le de las suficientes garantías en cualquier circunstancia de mercado. La realidad es que en ese sentido, el uso de opciones se ha mostrado, con diferencia, como la forma más efectiva de conseguirlo.

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